jueves, 30 de junio de 2011

La Comida y Los viejos


No he podido evitar reflexionar sobre los placeres de la tercera edad. Creo que uno de los pocos y si no son pocos da igual, el más importante de ellos es el gustativo. A través de escenas tales como un domingo frío a las 5 de la tarde, entrar de pasada en una antigua cafetería y toparme con la más representativa realidad de esta microtoería, 4 viejas sentadas en una mesa de mármol, cada una con su chocolate caliente, 2 con churros y otros dos con medialunas, ataviadas con sus más selectas vestiduras que supongo dejan orear el efecto naftalina durante 2 días previos. Perfectamente combinadas sus joyas con el color de sus pashminas o pañuelos de seda, cotilleando y masticando, en lo que se podría llamar "la plenitud del espíritu terceraedadil".

Microteoría: Cuando la cadera no te da, el estómago te presta.